John Doerr, uno de los primeros inversores de Google es el padre de los OKR. Él explica esta metodología en su libro “Mide lo que importa”. En posts anteriores explicábamos de qué se trata esta metodología y cómo ponerla en práctica. Hoy hablamos de superpoderes.
Los OKR cuentan con cuatro Superpoderes que te ayudarán a ti y a tu organización a alinearte con lo que verdaderamente importa:
#Superpoder número 1: Foco y Compromiso con las prioridades
Viene a decir que menos es más, o cómo decía Da Vinci, “la simplicidad es la máxima expresión de la sofisticación”. OKR obliga a tomar decisiones, a centrarse en qué importa, y lo más importante a decir que no a todo lo demás. Se convierte en una herramienta precisa para comunicar qué es aquello que más valoras. Steve Jobs decía que una de las claves del éxito está en saber decir que no, algo que los OKR llevan en su ADN.
#Superpoder número 2: Alinéate y conecta para el trabajo en equipo
Los OKR no son jerárquicos ni confidenciales, son transparentes. Todo el mundo conoce los objetivos de TODOS los demás, que se vinculan desde las personas hacia equipos, proyectos y al final la empresa completa. Tus OKR son tuyos, los has puesto tú de acuerdo con tu equipo. Este proceso de acuerdo involucra a las personas con lo que quieren lograr en el trabajo.
#Superpoder número 3: Seguimiento!
En inglés track for accountability, que viene siendo el seguimiento de aquello que te responsabilizas a hacer. Los OKR se revisan con frecuencia, es parte de su éxito, son una meta que tira de ti, y pone números a tu rendimiento. Estos datos permiten valorar si te acercas a tus objetivos de forma que si no llegas puedas tomar acciones a tiempo. No se trata de juzgar sino de hacer todo lo posible por llegar a nuestros propósitos, por no perderlos de vista.
#Superpoder número 4: estírate para ser excelente
Hablábamos de que los OKR deben ser ambiciosos. Una metáfora interesante es la de el estiramiento. Después de hacer deporte estiras y te duele, pero al cabo de un rato ves que puedes llegar un poco más lejos. Y a base de estirar y estirar, tus metas se van volviendo de nuevo más ambiciosas. No se trata de hacerse daño, se trata de probar tus límites. Tampoco va de hacer horas extra. Sin embargo, puede convertirse en un arma de doble filo. Si todo el equipo sabe que el objetivo es imposible y que la idea es hacer todo lo posible por quedarse cerca, puede que directamente lo den por perdido. Para todo esto la clave está en practicar, en empezar por objetivos alcanzables e ir desarrollando una cultura de mejora continua en la que sea posible fijar objetivos que cada vez sean más complicados.
Te recuerdo mis otros dos posts de OKR:
Llega la hora de fijar objetivos con OKR
Cómo fijar objetivos ambiciosos con OKR
Y mi disponibilidad para hablar de este tema cuando tú quieras, para ver cómo aplicarlo y adaptarlo a tu situación, a tu equipo. Ya sabes! → blanca@vibagileinnovation.com